Creemos que sustituir el azúcar de mesa por otros productos como el azúcar moreno, miel o siropes será suficiente, pero ¿es una buena alternativa al azúcar de mesa? ¿estamos reduciendo de este modo el azúcar de nuestra alimentación? Lo comentaremos al detalle en este blog.
MIEL
Empecemos por el ingrediente estrella que se suele utilizar cuando dejamos el azúcar de mesa, la miel. La gran mayoría piensa que es un excelente sustituto, ya que trae consigo minerales, vitaminas y otras propiedades beneficiosas para nuestra salud. Sin embargo, por término medio, la miel de abeja es una solución que contiene entorno al 80-85% de azúcar. Y no solo lo decimos nosotros, según la FAO1 (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación) “la miel ha ganado la falsa reputación de ser de especial valor nutritivo. En realidad contiene únicamente azúcar (carbohidrato), agua y trazas diminutas de otros nutrientes”.
Tampoco se han demostrado sus efectos medicinales, como curar el catarro, ni es más saludable que el azúcar.
Además, el alto consumo de miel produce efectos similares en la glucemia y el metabolismo de la glucosa que el consumo de azúcar.
SIROPES Y JARABES:
Igual que el caso anterior, los siropes y jarabes se tratan de soluciones que, según el origen, presentan cantidades notables de azúcar.
Éstos se pueden obtener de los jugos de diversas plantas, frutos u órganos vegetales, para posteriormente evaporar la mayor parte del agua y concentrar los azúcares.
¿Cuánto azúcar hay en los jarabes y siropes? Pues mucho, tanto como para referirse a estos productos como “azúcar líquido”, llegando a tener hasta un 85% de azúcar. Y da igual que la industria alimentaria elimine de sus etiquetas la palabra “azúcar” y los ponga con el sello de ecológicos, la cantidad de azúcar presente es la misma. Aunque el carbohidrato principal de estos productos sea la fructosa (con un menor índice glucémico) no quiere decir que sean más saludables. La ingesta excesiva de presenta los mismos efectos que el azúcar: obesidad, hipertensión, diabetes, hígado graso, hiperuricemia, entre otras 3,4,5. Por tanto, si compras estos productos pensando que son más saludables, estás equivocado/a, además de ser muchos más caros.
AZÚCAR MORENO, INTEGRAL O PANELA:
Como su nombre indica, el azúcar moreno es un tipo de azúcar de color pardo. El proceso de producción de este azúcar es muy similar al del azúcar refinado. Es decir, a pesar de lo que se insinúa con el mito que dice que este azúcar es “natural”, la verdad es que también es necesario el uso de ciertos coadyuvantes tecnológicos, tanto para la purificación del jugo de difusión, como para otros fines, como controlar el desarrollo de microorganismos durante el procesado, siendo un proceso casi igual al del azúcar refinado. Por ende, la composición nutricional será muy parecida: 95% de azúcar, más agua y una ínfima parte de minerales y casi nada de vitaminas. El azúcar moreno es un camuflaje que utilizan las empresas para vender su producto y lo han estado consiguiendo.
En resumen, te podrán sonar estos productos como más saludables o no, pero siempre serán más de lo mismo, azúcar en muy altas cantidades y a un precio mucho más caro. La industria alimentaria siempre inventará algo para vender sus productos, dificultando y engañando al consumidor para realizar una compra saludable.
Bibliografía:
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